Son tiernos y cándidos. Por eso los quiero tanto, aunque por lo general sean lentos y aburridos. Afortunadamente nos tienen a nosotros para alegrarlos, mantenerles en movimiento a una velocidad razonable y darle sentido a sus vidas. Así son los adultos.
© 2010 Ciudadano Universal
Ciu, no se nota muy bien la ironía. Sí se nota, pero es moderada, suave. Debes acentuarla para que se capte el sentido. Creo.
ResponderEliminarPosiblemente tengas razón, Inés. Esto fue un experimento bastante rápido e inútil. El niño narrador quizá deba hacer un mayor énfasis en lo que quiere transmitir. Gracias por tu comentario.
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